Tanto si quieres fotografiar tus deliciosos platos después de haberte pasado horas en la cocina como si quieres sacar una instantánea de una preciosa presentación en un restaurante, estos prácticos imprescindibles garantizarán que tus fotografías de alimentos resulten perfectas y originales. Sigue leyendo rápido porque los hemos clasificado y enumerado en un artículo sobre imprescindibles.
Trípodes | Pantalla de reflexión | Tarjeta gris | Un fondo de estudio | Un objetivo macro
El trípode es imprescindible para iniciarse en fotografía gastronómica. A lo mejor estás tomando fotografías con una luz tenue o quieres sacar un buen primer plano. Aunque trabajes con movimiento y con una velocidad de obturación lenta, se recomienda un trípode para que las fotos no salgan borrosas. ¿Quieres cambiar los ángulos desde los que tomas las fotografías? En ese caso, elige un trípode en el que también puedas colocar tu cámara verticalmente, como colgando sobre la comida. Así tomarás fotos desde arriba y podrás grabar fácilmente varios platos a la vez.
El reflector garantiza que tu sujeto esté mejor iluminado. Puedes usar reflectores para controlar, prevenir y reflejar varias fuentes de luz. Por ejemplo, el sol, la iluminación de las lámparas o la luz natural. Así, los detalles más pequeños de tu plato quedarán bien. Las pantallas suelen ser plegables, redondas u ovaladas y plegables. Así podrás manejarlas muy rápido cuando estés ocupado en la cocina.
El balance de blancos es muy importante en la fotografía gastronómica. Por supuesto, quieres que los ingredientes que usas en las fotos conserven su color original y presenten su mejor aspecto. Cuando tomas una foto con la tarjeta gris en la imagen de la cámara, puedes determinar el correcto balance de blancos de la foto. Es importante que la tarjeta reciba la misma iluminación que la comida y que no le dé sombra a la tarjeta. De esta forma te asegurarás de que a la gente se le haga la boca agua con tus fotografías gastronómicas.
Un fondo de estudio puede aportar una atmósfera especial a la foto o resaltar más un sujeto concreto. Para ello la fotografía gastronómica es ideal porque quieres que toda la atención se centre en la comida. Un fondo de estudio también te garantiza que tus fotografías sean más fáciles de editar. Una tela de fondo es otra forma de controlar la uniformidad de tus creaciones. Si sacas varias fotos de varios platos o ingredientes con el mismo fondo, se consigue familiaridad y un foco sobre el sujeto. También puedes elegir varios colores y materiales. Por ejemplo, papel de cocina o telas. Es una solución sencilla después de un día cocinando.
Puedes iniciarte con todo tipo de aparatos cuando fotografías alimentos. Sin embargo, si quieres un enfoque profesional, lo recomendable es un objetivo macro. Porque una buena foto gastronómica te suele abrir el apetito con los detalles. Los objetivos macro presentan una distancia focal especialmente corta que permiten acercar mucho a tu sujeto. Así resulta mucho más fácil la fotografía al detalle y con zoom. ¡Las fotos sabrosas estarán garantizadas!
